Mi primer acercamiento al Yoga fue en 2010, cuando mi hermana me invitó a hacer juntas el curso de "El Arte de Vivir". Esa experiencia fue profundamente transformadora. Conecté con una parte de mí que ni siquiera sabía que existía. Aprendí la técnica de respiración Sudarshan Kriya, que desde entonces se convirtió en una aliada diaria para regular mi sistema nervioso, mis emociones y recargar mi energía vital. También conocí por primera vez el Surya Namaskar y me acerqué a la filosofía del Yoga.

En ese momento no podía imaginar cuánto iba a cambiar mi vida. Poco a poco comencé a sanar desequilibrios que me acompañaban desde hacía años: como la rinitis alérgica y  cierta depresión.

Un año después, me mudé sola con 21 años y como ya me había recibido como Publicitsa empecé a trabajar en una Agencia.  Al poco tiempo mi práctica se volvió constante. Realicé mi primer retiro de silencio —el “Curso Parte 2”, al que luego le seguirían decenas más—, y comencé a colaborar como voluntaria en un centro de rehabilitación  para la dorgradicción en City Bell llamado "Darse Cuenta", enseándo herramientas de respiración y meditación con personas en proceso de recuperación. Ver sus cambios fue profundamente movilizador.

En 2014 terminé mi primer instructorado de Yoga en la Escuela  de Ayur Yoga.  Al poco tiempo, empecé a dar clases dentro de "El Arte de Vivir", mientras continuaba capacitándome y profundizando en esta práctica. Ese mismo año decidí aplicar para ser instructora de Sudarshan Kriya y enseñar el curso básico de la fundación.

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Recuerdo que la fundación estaba por cumplir 35 años y lo celebraba con un gran festival en India, en Nueva Delhi. Aunque no sabía cómo, yo iba a estar ahí. Ahorré,  saqué el pasaje en mil cuotas hice la visa y, sin darme cuenta, estaba en India. Fue allí donde conocí a mi maestro Sri Sri Ravi Shankar, un encuentro que marcaría mi vida para siempre.

En ese viaje fui parte de una experiencia inolvidable: participé de una performance de Yoga en el Festival Mundial de la Cultura frente a millones de personas, compartiendo escenario con yoguis de todo el mundo. Fue un momento mágico. También tuve la bendición de formarme en el ashram en Cursos avanzados como ¨ Upanayam¨y ¨Blessing Course¨ viviendo un mes en el Ashram de Bangalore. 

 

De regreso a Argentina, me inscribí en el Profesorado de 2 años de la Sri Sri School of Yoga, con certificación internacional por Yoga Alliance. Fue una etapa de estudio profundo: filosofía del Yoga, anatomía, los Yoga Sutras de Patanjali, el Bhagavad Gita, las Upanishads, Yoga Vasistha y más.

En 2018 me gradué como Instructora tanto de Yoga como de Sudarshan Kriya. Desde entonces, viví y enseñé en distintas ciudades de Argentina: Bahía Blanca, Sierra de la Ventana, Tornquist... Lugares con paisajes distintos pero algo en común: un espacio para enseñar y compartir. Algunos de los más significativos fueron Infinito por Descubrir, un centro educativo para niños en Bahía Blanca, el Centro Cultural de Sierra de la Ventana y el Teatro Municipal de Tornquist.

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En 2024 decidí salir a viajar. Mi camino me llevó a Costa Rica, donde viví cuatro meses enseñando Yoga en hermosos hoteles. Luego seguí hacia Colombia, donde viví más de un mes en Vanadurga Ashram, un espacio de práctica, introspección y conexión profunda. Esa experiencia me llenó de energía para continuar el viaje, enseñando durante siete meses más en distintos espacios y alojamientos por todo el país y fue allí que consolidé mi poropio método ¨Deep Connection¨ . Luego tuve el placer y el honor de encontrarme con mi maestro Sri Sri Ravi Shankar en Bogotá y fue algo super transformador porque ¡estuvimos una semana juntos! Desde el 2023 que no lo veía personalmente.

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Actualmente estoy en Mendoza, Argentina enseñando Sudarshan Kriya y por supuesto, mis clases de Yoga.  A la vez sigo compartiendo contenido online a través de mi curso ¨Los Fundamentos del Yoga¨el cuál está hecho para todos aquellos que quieran profundizar en este camino y fue grabado en gran parte mientras viajaba. Mi plan: seguir compartiendo este conocimiento con amor en todas las formas posibles... si es viajando, mucho mejor. ¡Ahí vamos! 

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Somos muy amados y bendecidos. Nunca lo olvides